Resulta cansino ver todos los días como se tiran los trastos los políticos de este país. Y a renglón seguido, más cansino aún resulta oír a los periodistas de uno y otro bando, (ya que neutrales en este país parece que no existen), atacar por norma al contrario y defender lo indefendible de los suyos.
El ex ministro Bermejo debe ser un elemento, pues a su ineficacia a la hora de poner orden y acuerdo entre los jueces españoles se une el impresentable suceso cinegético, por lo que posiblemente lo mejor que ha hecho es dimitir, cosa que le honra, máxime en un país donde nadie dimite.
Pero es que los otros, sí, sí, los peperos, andan metidos en una trama de corrupción con un proceso judicial abierto, del que pueden derivarse, y así parece que será, una serie de delitos, lo que a todas luces resulta aún más reprobable. Y aquí estamos, aún esperando que se produzcan dimisiones importantes.
Al final, todo quedará en agua de borrajas. Se taparan unos a otros, se pondrán finalmente de acuerdo para mantener el statu quo, yo me cayo esto si tú no dices lo otro, y a los ciudadanos se nos quedará esa cara de tonto de quien no entiende lo que pasa.
Y otra cosa que me indigna: los "periodistas" seguirán opinando, ahora de otra cosa, pero sin llegar nunca hasta las últimas consecuencias de ninguna investigación, puesto que finalmente son parte del asunto.
Este es nuestro Estado de Derecho? Estas son las garantías de legalidad de nuestro sistema político y jurídico?
Por desgracia, mañana mismo surgirá otro tema, o mejor aún, otra tragedia, y nos olvidaremos de este asunto.
Así nos luce el pelo.
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