Cuando se produce un crimen execrable como el de la chavala de Sevilla Marta del Castillo, afloran los más bajos instintos del hombre y queda patente que nuestra "civilizada" sociedad no lo es tanto. Por supuesto que al ex novio de la niña es, como dicen en mi pueblo: " pa' matarlo", pero ese comentario nunca debe sobrepasar la barra del bar, cosa que me temo está sucediendo.
Por mucho que nos cueste, debemos mantener la compostura y aferrarnos al imperio de la ley, lo demás es volver al lejano oeste, buscar una rama de un árbol y linchar al reo, que por cierto todavía es presunto, aunque haya confesado, depués de muchas horas de interrogatorio y, quién sabe, de cuánta presión física y sicológica.
Una severa condena de privación de libertad es, de suyo, lo suficientemente dura para el ser humano como para saciar nuestros más inconfesables deseos de venganza, siempre y cuando se garantice el cumplimiento íntegro de la misma, lo que reconozco que no siempre ocurre.
Otro asunto completamente distinto es el referente a cómo los chavales de hoy llegan a esas cotas de violencia y sangre fría. Por mucho que dicho joven se haya criado mal, parece ser que no tenía padres y vivía sólo, resulta increíble que pueda asesinarse de esa forma, deshacerse del cadáver con una silla de ruedas, tirarlo al río no se sabe si aún con vida, y encima conseguir a unos colegas como ayuda para tapar el asunto y negarlo luego con la mayor naturalidad.
En algo nos estamos equivocando, y lo digo yo que tengo dos hijos.
Vivimos una época carente de valores y los responsables somos todos, padres, educadores, políticos,...
Habrá que hacer algo, pero desde luego no colgar a nadie del cuello, y menos antes de tiempo.
seguro que no le cortabas los güevos y luego lo matabas??
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