A MIGUEL ANGEL GONZALEZ JIMENEZ
in memoriam


domingo, 28 de noviembre de 2010

LOS NUEVOS MENDIGOS


Cada día, por motivos laborales, recorro varias veces la principal avenida de mi pueblo. En cada uno de los cruces, en cada semáforo, hay un chaval negro que aparentemente se dedica a la venta ambulante de pañuelos de papel y ambientadores de coche.

Digo aparentemente porque jamás he visto a nadie comprar dichos artículos, que dicho sea de paso no presentan un buen aspecto de higiene ni de conservación. No obstante, bastante gente les da dinero a cambio de nada, es decir, una limosna.

Supongo que estos chavales, inmigrantes con más o menos papeles, trabajaron antes en el campo y en la construcción. Ahora, con la crisis, no les queda más remedio que ponerse a pedir, de esta forma tan peculiar.

Sé que no está permitido lo que hacen, pues además, se juegan el físico en medio de la calzada, a pesar de que últimamente muchos visten el chaleco amarillo reflectante. En cualquier caso, la policia no se mete con ellos. Ha sido horrible verlos en verano bajo un sol de justicia, muy vestidos para protegerse de las quemaduras, incluso con guantes, si, con guantes, en pleno agosto andaluz. No menos duro es lo que les espera ahora, con el frío y la lluvia.

Personalmente, me caen bien. Suelen tener todos una sonrisa permanente, te saludan chocando el puño y no te molestan si les niegas el dinero.

Yo tengo el mio favorito, el primero que me encuentro al salir del trabajo. Conoce ya mi coche y desde lejos ya me está saludando con su sonrisa de anuncio de pasta de dientes y los brazos levantados.

Qué passa, pisha?, -me dice con su acento andaluz recién aprendido.

Un día a la semana suelo darle algo.

Ojalá pudieran dedicarse a otra cosa, seguro que valen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario