A MIGUEL ANGEL GONZALEZ JIMENEZ
in memoriam


martes, 9 de junio de 2009

TENGO UN AMIGO FRANCÉS

Hace pocos días estuvo en Jerez de visita mi amigo Michel, un francés hijo de padre español exiliado de la guerra civil y de madre belga, afincado en Evreux, en la Normandía, a 80 kms. de París. Hacía cuatro años que no lo veía, pero fue como si nunca nos hubiéramos separado, esa sensación que se tiene pocas veces y con muy pocos amigos.
Estuvimos juntos de paseo por el centro de Jerez, una ciudad que le resultaba difícil reconocer, ya que hacía mucho tiempo que no la visitaba.
Hablamos de muchas cosas, de Francia, de España, de Sarkozy y de su mujer, de Zapatero, de la crisis que azota ambos países pero allí menos que aquí, (él acaba de prejubilarse con una pensión inimaginable en nuestro país).
Al final nos dejamos de política y nos dedicamos a comer y terminamos los dos casi ciegos.
Mucha gente piensa que los franchutes son unos ciezos y que nos miran por encima del hombro, pero Michel es un tio encantador, cariñoso como pocos y un enamorado de España, más bien de Andalucia.
Ojalá me leas desde tu bonita casa normanda, dale un beso a tu maravillosa mujer bretona, a tus dos hijos y a tus nietos.
Aqui tienes tu casa.

jueves, 4 de junio de 2009

EL PASOTISMO EUROPEO

El próximo domingo tenemos una cita con las elecciones al parlamento europeo.
-Tenemos, he dicho?
-Bueno, yo no tengo ninguna cita, al menos obligatoria, que yo sepa.
Parece como si fuera una obligación ir a votar, como si la abstención no fuera un derecho, pero afortunadamente lo es.
Paso olímpicamente de votar en las europeas. No creo en la Europa que nos intentan vender, ni en la Constitución europea que en su día fracasó. Creo en una Europa federal, política, soberana, económica y sobre todo social, no en esta pantomima que sólo sirve para mantener a más políticos "chupando del bote".
Los partidos políticos españoles, o sea, el PP y el PSOE, se enzarzan en una batalla electoral como si en ello les fuera la vida, pero en el fondo lo único que hacen es sondear cómo están sus diferencias de electores, aprovechar para tirarse más tiestos a la cabeza y colocar a gente de sus filas que no sabían muy bien qué hacer con ellos.
Es una pena, pero nuestros políticos, con sus actos y con sus palabras, están consiguiendo que cada vez tenga más asco a votar, que cada vez me interese menos todo, que cada vez crea menos en las ideologías y en las personas, lo que me entristece bastante.
Por eso, por ese hastío que me provocan Rajoy y Zapatero, no voy a votar en las europeas.
Paso.